A punto de acabar el año, la mayoría de los corredores de maratón ya han dado lo mejor de si mismos participando en alguna de las dos carreras más populares de la temporada de otoño en nuestro país: Valencia y San Sebastián y otros pocos estarán a punto de hacerlo en Castellón, la última cita del año con los 42K.
Muchos habrán cumplido sus sueños, pero como ocurre siempre, otros tantos no estarán satisfechos con el resultado. Acabar un maratón debe ser siempre motivo de satisfacción, independientemente del tiempo que se haya empleado en llegar a cruzar bajo la pancarta de meta. Es cierto que si has entrenado duro durante meses, has corrido fácilmente más de mil kilómetros, has superado molestias musculares e inseguridades de última hora para llegar en plenitud al día D, si al final no has podido lograr tu tiempo objetivo, se te puede haber quedado un cierto sabor agridulce.
Hay un gran número de factores que pueden influir negativamente en tu papel en una maratón. El maratón es una carrera que no se puede comparar a ninguna otra. Es la prueba reina y en ella, puede ocurrir casi cualquier cosa. Hay decenas de factores que pueden influir y afectar negativamente en tus objetivos. Es normal dormir peor las noches anteriores, sufrir algún resfriado por estar bajo de defensas en los días previos, sentir molestias estomacales, o simplemente que ese día amanezca más frío o más caluroso de lo que sería deseable para correr. Muchas veces, es simplemente la exigencia que se impone uno mismo en carrera, puede que hayas llegado pasado de forma, o incluso que aparezcan los tan temidos calambres en plena carrera; cualquiera de estos factores pueden hacer que te quedes lejos de tus ritmos objetivos.
En un maratón, no conseguir la marca que tenías en las cabeza y por qué no, también en las piernas, no puede considerarse un fracaso. Acabar siempre es un éxito. Pero si ha sido este tu caso, quizás debes de saber sacar conclusiones y entender que ha fallado y sobre todo entender que debes hacer para mejorar en el próximo.
Debes mantenerte fuerte mentalmente, asumir que el maratón es todo un reto y afrontarlo como tal en tu próxima cita.
- Que no te atrape la decepción
- Siempre hay algo positivo
- Analiza y saca conclusiones
Analiza la dieta y la hidratación ingerida la semana anterior a la carrera; piensa si la estrategia empleada en carrera fue la mejor, recuerda si descansaste adecuadamente los días anteriores al maratón, revisa si bajaste suficientemente el ritmo y el volumen de kilómetros en las semanas previas al maratón para llegar descansado, si te hidrataste bien en carrera o hiciste suficientes tiradas largas, y comprueba tus notas para ver si durante el ciclo tonificaste los músculos como debías.
- Planifica un nuevo objetivo
Debes de tratar que esa pequeña decepción sea lo que alimente tu próximo éxito. Hasta entonces trata de correr unas cuantas medias maratones, te ayudarán a coger confianza y a saber medir tus fuerzas. Ir completando carreras más cortas marcando ritmos te ayudara a afrontar con más confianza el próximo maratón.
- Sobre todo sé realista
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